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Diaspora - October 30, 2014

Saúl Polo: querer es poder

Fue amor a primera vista lo que sintió el padre de Saúl Polo cuando llegó a estudiar a Montreal en 1975 y descubrió la ciudad de los juegos olímpicos, la isla anfitriona de la Exposición de 1967 y los encantos de la bella provincia de Québec, que por esa época gozaba de un gran auge económico debido a sus represas hidroeléctricas.

Siete años más tarde, en 1982 Saúl, aterrizó con su familia en Montreal luego de vivir parte de su infancia entre Barranquilla y Bogotá. Dice que siempre es más fácil para los niños integrarse, pues el idioma lo aprenden por pura curiosidad, porque todo es nuevo. Recuerda que a su mamá le dio más duro. Luego de seis meses se convirtió en su traductor oficial, pues después de terminar los cursos de integración ingresó rápidamente a la escuela, donde ya tenía amigos. “Aprendí primero francés, luego inglés, estudié finanzas, me especialicé en la Universidad de Mcgill en Comercio Internacional y llevo ocho años trabajando para la segunda entidad financiera más importante de Canadá , el Banco Imperial Canadiense -CIBC”.

El salto del mundo de las finanzas a la política se fue dando paulatinamente para Saúl Polo, quien actualmente es el presidente de la Comisión de Comunidades Culturales del Partido Liberal de Québec (PLQ), goza de la aceptación y admiración del Primer Ministro de Québec, Jean Charest y es el vocero de muchas inquietudes que tienen los inmigrantes, ante el Gobierno. Esto lo ha expuesto con frecuencia a los medios de comunicación canadienses en muchos de los temas concernientes a las comunidades culturales. ¿Pero en qué momento le picó el gusanito de la política?

“Mi interés en la política canadiense nació por haberme implicado bastante con la comunidad colombiana, luego de tres años de estar ayudando a varios profesionales y empresarios, a integrase, a crear empresas en Québec, descubrí que las iniciativas que desarrollábamos dentro de nuestra comunidad necesitaban llevarse a otro nivel, para que se adoptaran en el Gobierno.” Afortunadamente conoció al abogado William Aguilar quien se había presentado como candidato a diputado en las elecciones en el 2003 a nombre el partido Liberal de Québec. El lo ayudó, le explicó cómo funcionaban las cosas, y poco a poco fue implicándose más en el tema de la política.

 

Asumió la presidencia del Comité de Comunidades Culturales en noviembre de 2006. Este órgano que existe desde hace treinta años, tiene como función reclutar miembros para el Partido Liberal de Québec, (cerca de 90 mil miembros donde un 20% de esos miembros son inmigrantes). El objetivo de estar dentro del PLQ es hacer avanzar propuestas para mejorar la situación de los inmigrantes y ante todo acercarse a los miembros de las comunidades culturales y explicarles porqué es importante implicarse políticamente y cómo lo pueden hacer. “A través de esta comisión hacemos varias actividades de información, conferencias con ministros y diputados de esta Provincia, pues la idea es que sepan que somos el único Partido aquí en Québec que sí representa a toda la población.” Afirma Polo. En Québec hay cerca de ocho millones de habitantes y un 20% de esa población es inmigrante.

Quiero seguir abriendo puertas

Saúl es conciente que el perfil del inmigrante ha cambiado mucho. Hoy en día es más preparado, más profesional, incluso empresario, pues son personas que van a Canadá a contribuir económicamente a través de negocios y cargos de alto perfil, lo que genera situaciones particulares que el Gobierno debe atender. Por ejemplo, implementar ciertas políticas para evitar casos de discriminación. En cuanto al caso particular de sus paisanos, como ex presidente de la Asociación de Colombianos en Québec, Saúl conoce de cerca cuáles son problemas a los que se ven expuestos los colombianos cuando deciden radicarse en Québec.

“Cuando fundamos la Asociación, tuvimos mucho éxito. Reclutamos más de 150 miembros, hicimos muchas actividades en cuatro años con la participación de más de cinco mil personas, logramos establecer una excelente red de contactos, explicarle a la gente cómo lanzar sus negocios y otras cosas” cuenta Polo. En calidad de Presidente identificó las principales dificultades que afronta el profesional colombiano recién llegado y cree que el consejo para todos ellos es saber encontrar un equilibrio entre ser paciente y logar conseguir sus objetivos profesionales y personales. Según Saúl, el colombiano se debe dar cierto tiempo de integración para conocer el idioma y aprender cómo funciona el mercado laboral allí. Un profesional colombiano puede llegar muy bien preparado pero necesita un periodo de integración mínimo de dos años. Sin embargo, sabe que existen otras necesidades y que en Canadá hay una escasez de empleados en sectores que desafortunadamente no son los más atractivos.

Opina que como inmigrante se debe aceptar que inmediatamente no se podrá trabajar en el área de su especialización, aunque hay algunas excepciones. Pero piensa que es obligatorio “darle tiempo al tiempo” y reconocer que las cosas no se consiguen de un día para otro. Un médico, abogado o ingeniero inicialmente hará oficios que no son acordes a su profesión. Incluso cuenta la historia de una pareja amiga suya que luego de cinco años regresaron a Colombia. Son economistas, se especializaron allá, sus hijos nacieron en Canadá, pero no se ubicaron laboralmente, se desanimaron y regresaron: “Por eso me motiva tanto implicarme políticamente porque quiero asegurar que nuestro talento sea valorado, que no se desperdicie y para eso se deben hacer muchos cambios en Québec” afirma Polo.

Por ahora, toda esa motivación que posee Saúl va por buen camino, pues en la Asamblea General del Partido Liberal, ante todos los medios de comunicación, el Primer Ministro Jean Charest dijo que estaba orgulloso que un hombre como Saúl Polo hiciera parte de su equipo. “Para mi fue un honor escuchar esto y aceptar mi nombramiento como Presidente de la Comisión. A través de mis responsabilidades trato de demostrarle a los colombianos que si uno quiere uno puede. Si yo estoy en este cargo, mañana puede estar otra persona, a mi me abrieron las puertas y yo quiero abrirlas para otra gente”

Y mientras sigue labrando su camino en la política, Saúl que es samario de nacimiento, no deja a un lado su tierra. Hace dos años estuvo en Barranquilla en plenos Carnavales y a pesar que su esposa tenía temores, pudo demostrarle que es un lugar donde se puede vivir bien. De hecho sueña con tener un espacio permanente para ir de vacaciones con su familia al menos una vez al año. “Yo adoro Colombia, me siento muy orgulloso, así haya crecido aquí en Québec mantengo contacto con mis raíces, soy tan colombiano como canadiense o quebequense. Es increíble ver todos los esfuerzos que se están dando entre nuestro Gobierno y la población para tratar de mejorar la situación, por eso creo que es importante dar un buen ejemplo, pues todos los colombianos que vivimos en el exterior somos embajadores y debemos difundir las cosas positivas de nuestro país para que los demás quieran conocerlo y visitarlo”.

 

Foto: Archivos Saúl Polo

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