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Cultura - March 13, 2020

La peor epidemia es la del miedo: Eugenia Rico

Colombia empieza a sentir los estragos del Covid-19, desde el alza desmedida del dólar, pasando por la declaración de alerta amarilla por emergencia sanitaria

; el bloqueo de los cruceros en Cartagena, la prohibición de eventos públicos de más de 500 personas; hasta la simple limitación del abrazo de la paz en las misas dominicales. El virus está aquí.

Mientras todos nos preguntamos cómo viven las personas que ya están en cuarentena y nos aterra pensar en que nos limiten la libertad, desde Venecia, una escritora española sin pelos en la lengua escribió un increíble artículo llamado El amor en los tiempos del virus, que nos lleva a reflexionar sobre el miedo a la pandemia.

Se trata de Eugenia Rico quien nació en Oviedo – España, pero reside desde hace varios años en Italia, es licenciada en derecho y relaciones internacionales, además estudió arte dramático y guion cinematográfico. Su producción literaria es muy amplia, publicó su primer relato a los once años y actualmente su novela La morte bianca (la muerte blanca) se vende como pan caliente en Italia, tanto que se consagró como uno de los mejores libros del año en el 2019.

Desde la intimidad de su hogar, en la capital de la región véneta, Eugenia nos habla sobre su experiencia en este confinamiento obligatorio, nos da detalles que inspiraron su artículo El amor en los tiempos del virus, y sobre sus novedades literarias.

Eugenia, ¿cómo has sentido la discriminación hacia Italia por ser uno de los países más afectados con el coronavirus?
La CNN dijo que Italia era el foco mundial de la epidemia y esto es una gran injusticia, aquí solo han tratado de retenerlo, pues había mucha gente que no presentaba síntomas, puede ser que no hayan sido suficientemente contundentes, pero es injusto decir que este país fue el foco de la epidemia. Igual se ha presentado otra paradoja mayor, que nos deja una enseñanza, la gente increpaba a los chinos en las calles y prácticamente al día siguiente eran los italianos los culpados injustamente por todo el mundo. Esto nos tiene que enseñar a dejar los prejuicios y la xenofobia porque es un problema global. Hoy puedes ser tú, mañana yo, nadie está exento de esta enfermedad invisible, que se mueve por el mundo.

¿Ha cambiado tu vida a causa de la cuarentena en Venecia?
Me considero afortunada porque soy escritora, mi vida es leer, escribir, pensar, pero por supuesto se ha trastornado mi vida con la cuarentena, pensar que no se debe salir de casa, más que lo mínimo, lo indispensable. Además, se debe firmar un salvo conducto para decir a dónde se va, o de dónde vienes, los bares, restaurantes, cines, teatros están cerrados, no hay ninguna actividad pública. No puedes invitar a nadie a tu casa, ni visitar a alguien, le han dado vacaciones a todo el mundo, nadie va al trabajo, solamente puedes ir a comprar comida o la farmacia, pero digamos una vez cada tres o cuatro días, te permiten sacar el perro, pero no puedes ir a pasear. Es un cambio total, yo soy un poco claustrofóbica y lo que me ha salvado han sido mis libros, escribir, leer, esto hace de repente que el mundo entero esté conmigo.

¿Qué consejos das a los colombianos que apenas empezamos a afrontar la alerta amarilla por el Covid-19?
Quiero mucho a Colombia, tengo amigos muy queridos, he estado en el Hay festival en Cartagena, en Bogotá. A todos les digo que la peor epidemia es la del miedo. Sé que en Colombia hay dengue y es muchísimo más mortal, que el Covid-19, el cual tiene una mortalidad baja, pero el problema es que es muy contagioso y ataca a los más débiles, a quienes no les funciona bien su sistema inmune por algún motivo, así que estamos tratando de ayudar y no contagiar a los más débiles. Cosas muy simples, pero difíciles para nosotros latinos como evitar abrazarse, besarse, pueden hacer mucho para evitar la epidemia. Lavarse las manos y dormir aumenta las defensas. La gente mayor o enferma debe evitar las aglomeraciones. Pero entre todos sentirnos unidos, porque vamos a poder con esto.

Pero, ¿cómo podemos ayudar a no aumentar más el pánico?
Está comprobado científicamente que el pánico hace que se nos bajen las defensas y todo está asociado con el stress. Lo importante es saber que aquellas personas con un buen sistema inmunológico no les va a pasar nada. Lo principal es no crear pánico, el miedo mata, lo primero es pedir tranquilidad y toma de conciencia.

Tu afirmas que todos somos víctimas del coronavirus, así no lo portemos ¿por qué?
Porque en estos momentos no podemos salir de casa. En Colombia piden que no haya besos, ni abrazos que para mí es una absoluta barbaridad y lo sufro, porque creo que el contacto humano. Dicen que necesitamos cuatro abrazos al día para estar normal y doce para sobrevivir, esto se puede hacer con la gente que estás confinada en casa, porque es una necesidad humana. Se pide que se limiten socialmente las cosas, pero si esto llega a ser una recesión económica mundial, tanto en Italia como en España vamos a ser todos víctimas de la corona virus, y hay que trabajar para no serlo.

Eugenia, todos hablan en Italia de lavarse las manos como Pilatos, pero tú vas más allá, al abordar la salud mental ¿por qué?
Efectivamente, yo afirmo que la salud mental es la primera afectada. En Italia hubo un caso de un hombre que encerró en el baño a su mujer pensando que tenía el coronavirus , la policía la rescató, porque la estaba dejando morir de hambre, bueno eso es una locura. Pero hay personas que se trastornan completamente, si considerábamos que un compulsivo era la típica persona que lavaba las manos de manera extremada, ¿qué pensamos ahora cuando nos están ordenando que lo hagamos para acabar con los gérmenes? La salud mental es muy importante y lo primero es que no haya pánico, que reine el sentido común. Además, la verdad es la primera víctima de todas las guerras.

¿Cómo se afecta el amor?
Se podrán prohibir los besos y los abrazos temporalmente, pero no podrán prohibir el amor, es la necesidad humana número uno y la única que nos salva. Estas medidas que tienen consecuencias positivas como aumentar el teletrabajo, son muy preocupantes para mí, porque nos puede llevar a tener una sociedad más fría y más distante como lo es en el norte de Europa, porque nada puede sustituir un apretón de manos. Es una medida temporal para vencer más el virus, porque es muy contagioso, lo hacemos para proteger a los adultos mayores y a la gente débil.

Para ti, la epidemia de miedo no tiene anticuerpos. ¿Cómo ves esta situación de angustia?
El ser humano tiene mucho miedo a lo que no puede ver, como este pequeño e invisible el virus, del cual no sabemos nada y se desata un terror, que considero no es proporcional a la mortalidad tan baja que tiene el coronavirus. El terror lo tenemos en nuestros genes, prácticamente toda la población que desciende de quienes sobrevivieron a la peste negra de 1340, recordemos que más o menos murieron 9 de cada 10 personas. En España atajaron las pestes con mucho vigor, el Rey Felipe II acabó con estos flagelos confinando a la población, dando carme a los pobres para que estuvieran fuertes. Por ejemplo, Alessandro Manzoni en su libro I promessi sposi habla de la peste de 1630 y todos en Europa tienen en sus genes el recuerdo de esas tremendas epidemias, en donde verdaderamente se moría todo el mundo. No es lo mismo el Covid-19.

¿Qué opinas de las medidas en Estados Unidos?
Efectivamente hay medidas tan injustas como la del presidente Donald Trump quien prohibió todos los vuelos de Europa a Usa, ellos ya tienen el virus, este tipo de medidas sanitarias sirven para saber que lo más importante es tener una sanidad fuerte, un buen sistema sanitario, ahora es cuando se nota que recortar el presupuesto para la sanidad mata. Estas medidas prohibitivas nunca han servido en el pasado, no van a servir ahora, la toma de conciencia va a ser más valiosa, que cada individuo tenga cuidado con su higiene personal.

Algunos medios recuerdan la peor pandemia, la gripe española, en plena lucha contra el coronavirus. ¿Qué piensas?
Sobre la pandemia de influenza de 1918, hay una injusticia porque la llaman gripe española, es igual que lo que ocurre ahora que se le atribuye el virus a Italia. Eso fue hace 100 años y se le debió atribuir al Reino Unido y a Bélgica, pero por las propagandas, los periódicos la llamaron «gripe española» y así se quedó. Sin embargo, estas dos pandemias no tienen ninguna comparación, no va a suceder igual porque estamos más conscientes, no estamos en el fin del mundo. El mundo se acaba todos los días y nosotros lo creamos e inventamos a diario con cada gesto, con el amor, con lo que leemos, escribimos, con lo que somos.

¿Crees que este virus nos pueda unir más?
Por supuesto el virus nos hace volcar la atención sobre las cosas que realmente importan. En estos momentos hay un motón de enfermedades matando más que el virus y te puede pasar cualquier eventualidad. Hacer conciencia de lo valioso que es el momento presente, eso es lo vital y es justamente el tema de mi libro La muerte blanca. Espero que al final podamos sacar un lado positivo y es aprender a vivir el ahora, amarnos más los unos a los otros, a estar plenamente en este mundo, disfrutar mucho porque es el mensaje que nos trae el virus es del amor y de vida.

Por último, háblanos un poco de tus libros
Bueno, La muerte blanca ha tenido tanto éxito en Italia como en España, en ambos países se escogieron como los mejores del año. Este libro siempre me reconocerá cuando ya no esté, con él empieza la literatura de memoria, cuenta cómo el amor puede vencer a la muerte. Hay otro llamado El beso de canguro, que pueden conseguir en Amazon es la historia de un hombre que va de cama en cama de cuerpo en cuerpo con hambre de amor, entre promiscuidad y ternura, entre hachís, cocaína, constructores, prostitutas, colegialas, mujeres maduras, mafiosos y políticos corruptos, lucha para no ser un maltratador como su padre y para liberarse de la maldición que lo persigue. Aunque seamos malditas, es una novela histórica disponible en Colombia gracias Fernando Rojas, en las mejores librerías colombianas, este libro fue un gran éxito en Alemania y habla de cómo las mujeres pasaron de ser eran llamadas brujas, a sufrir por acoso, de alguna manera secretamente vencedoras y de los hombres que van contra las apariencias.

Agradecimientos: Enrique Córdoba- Eugenia Rico

Fotos: Eugenia Rico- AsuimagenStock- Archivos El Tiempo

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