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Cultura - June 14, 2017

El castigo de los hombres chinos

@NataliaGnecco
No hay duda de que los extremos son viciosos. En China, la política del hijo único ha hecho estragos, no solo por la cantidad de abortos ocasionados cada vez que el sexo del bebé era mujer, sino que ahora, por haber preferido dar a luz a varones, en este país abundan más hombres que mujeres. Como resultado de este desequilibrio de género millones de hombres, “en edad de merecer” como decimos en Colombia están buscando desesperadamente una esposa de su edad. Y como el fin justifica los medios, para tratar de encontrar una pareja y tener una descendencia, los hombres llegan al extremo de comprarlas en el extranjero o incluso secuestrarlas.

Los periodistas de France 24, Marjolaine Grappe et Christophe Barreyre salieron en búsqueda de esta realidad en un documental llamado: “Chine: la peine des hommes “(China: el castigo de los hombres) que no solo revela el aumento del tráfico de mujeres en la China, sino que da a conocer la tragedia que viven los llamados “Guang Gun”, “ramas muertas”, que nunca darán fruto, es decir los hombres condenados a vivir sin esposa, sin hijos y sin esperanza de fundar, algún día una familia. Lamentablemente, en China, los solteros en busca de su alma gemela son millones y las filas siguen creciendo.

Si bien hace diez años se hablaba de la “maldición de haber nacido niña”, debido a la política de un solo hijo implementado por China desde 1979 hasta 2015, pareciera que la venganza se cerniera sobre esas familias que prefirieron dar a luz a un niño, por lo que podían perpetuar el linaje familiar. Millones de niñas murieron antes o justo después del nacimiento, o en algunos casos fueron abandonadas ante el Estado por sus propios padres.

Esto ha llevado a una bomba de tiempo demográfica y la maldición se ha vuelto en contra de los niños, cuando se convierten en hombres. Según las previsiones de la Academia China de Ciencias Sociales, en 2020, uno de cada cinco hombres será incapaz de encontrar una esposa, la República Popular China tendrá un superávit de 30 a 40 millones de hombres menores de 19 años, el equivalente a toda la población de hombres jóvenes en los Estados Unidos. 

 

El tráfico de mujeres

El documental “China: el castigo de los hombres” también describe cómo en algunas áreas, los “pueblos de solteros” han surgido debido a que las pocas niñas se han marchado a la ciudad, en búsqueda de un marido rico. Así que los hombres que deseen casarse tienen que ir a otras regiones. Millones de ellos acuden al sur para trabajar día y noche en una fábrica en Perla Delta, llamada “el taller del mundo”, todo con la esperanza de encontrar su media naranja. Xianyang lleva cuatro años trabajando horarios extenuantes en la reparación de celulares, tratando de tener una posibilidad. Sin embargo, la mano de obra femenina se hace cada vez más escasa en la fábrica y pasa horas aburrido con sus amigos, enfrascado en su Smartphone.

Como es de esperarse, existe una presión enorme sobre las mujeres para que se casen prontamente y ante la situación, hay quienes han sabido sacarle provecho a esta coyuntura, es así como existen fabricas especializadas en muñecas de silicona, por la ausencia tan notable de damas. Con orgullo Wu Xingliang, director de ventas de la fábrica Sweet dolls afirma: “es una oportunidad única para hacer dinero, porque muchos hombres le apuestan a pagar para obtener estas mujeres al precio que sea, pues no hay más opción”. 

Los testimonios de estos jóvenes chinos, solteros, aplastados por esta imposibilidad matemática de encontrar una mujer, desesperados por no estar solos impacta, por eso decidieron hablar ante las cámaras francesas de cómo se produce ese improbable tráfico de mujeres. Si bien algunos prefieren emigrar para comprar una esposa en el exterior en lugares como Birmania, Vietnam, Filipinas, Laos o Indonesia, otros se resignan a vivir como solterones, pero existen paisanos que van más allá del límite buscando traficantes para secuestrar a una mujer, así esté ya casada.

La historia de Liu Bing es particular, estuvo casado por un año y de la noche a la mañana su esposa desapareció sin dejar ningún rastro, dejándole a su pequeña hija, consternado dice: “Ella no tenía intención de marcharse porque dejó todas sus cosas, ni siquiera se llevó sus papeles de identidad, ni dinero… Llevo cinco años buscándola por todos lados, incluyendo hospitales, hasta he ofrecido una recompensa de 10 mil euros”. Como no aparece ni siquiera su cuerpo, Liu piensa que al igual que muchas otras mujeres ella fue secuestrada y su nuevo marido la cuida celosamente.

Lo increíble es que con el apoyo de sus suegros, Liu se ideó unas cartas de poker que contienen la foto de varias mujeres desaparecidas en su comunidad, las circunstancias, nombre, edad, lugar de residencia y se ha ido a otras ciudades al este de la China a repartirlas, para tratar de tener una pista. Los reporteros de France 24 consultaron a miembros del Ministerio de la Salud Pública de Pekin y siguieron de cerca los operativos que se hacen en búsquedas de estas mujeres secuestradas. Los traficantes aseguran que a ellos se acercan hombres desesperados porque no tienen una esposa y les ofrecen dinero para que les consigan una donde sea.

Un padre preocupado

Guillermo Galvis es colombiano y vivió once años en China, pues su trabajo como profesional de comercio exterior así se lo exigió. El país asiático le abrió las puertas al amor, tuvo una hija allá, pero la unión con su esposa se disolvió, ahora viaja con regularidad a Hong Kong, donde vive su hija adolescente. Al conocer este documental decidió hablar un poco sobre su experiencia: “recuerdo que nos tocó ir hasta Tailandia para saber el sexo de nuestro bebé, porque el Estado había prohibido saberlo con antelación, cuando se habla de la política de un solo hijo por pareja es importante resaltar que la nueva Ley que rige a partir de 2015 es una ampliación de lo que se tenía antes”.

De acuerdo con Galvis, en su época sólo se permitía un hijo único por familia y existían rangos, de manera que, si los padres estaban sin parientes de ningún tipo, se les autorizaba un segundo bebé. En la legislación anterior, al primogénito se le daba acceso a la educación, salud, de manera gratuita, los padres debían asumir los gastos del segundo hijo. Con seriedad Guillermo agrega: “Digamos que llevabas a tu hijo o hija al colegio más cercano de tu casa y listo, sin costear nada, pero el mantenimiento escolar de un hermano o hermana ascendía como a U$ 14 mil dólares al año. La razón de preferir los varones siempre fue porque ellos han querido prolongar su linaje, su apellido, además, el niño podía trabajar y ampliar la familia, tarea que ellos consideran le corresponde a los hombres.

A pesar de haber concebido su hija bajo la primera legislación, Guillermo nunca tuvo inconvenientes con su ex esposa, a causa del género femenino. Sin embargo, tuvo que afrontar otros obstáculos como por ejemplo que su primogénita no recibiría la nacionalidad china, porque si el esposo es extranjero, así la niña nazca en la República Popular China, la nacionalidad que recibe es la del padre. Al preguntarle si existe alguna preocupación sobre el futuro de su hija, Galvis no titubea: ” me aflige la presión para que las mujeres se casan en China, porque ellos realmente consideran que el matrimonio es para siempre. Allá no existe la independencia femenina o esa libertad de casarse varias veces, porque la sociedad lo percibe como algo muy negativo, es un gran tabú, es un gran fracaso. Yo me angustio porque no quiero que ella viva ese tipo de situaciones, preferiría que viviera en un país como en Colombia, en donde las mujeres tienen mucho más opciones.”

Finalmente, el futuro de los jóvenes chinos es un tema complejo y como padre Guillermo lo observa desde muchos ángulos. Con pesar dice: “mi hija no ha podido pasar mucho tiempo por fuera de China, porque si lo hace no solo perdería su manejo del idioma, que es complicado, sino que su nacionalidad estaría en riesgo,socialmente sería tratada como extranjera, el acceso a su educación ya no sería gratuito y no tendría otros privilegios más. Me tranquiliza que allá el núcleo familiar es muy fuerte, son muy conservadores, a tal punto que la mujer no lleva a la casa al novio, hasta que no sea el elegido para casarse”.

Fotos: France 24- Fotos amigas Sandra Falla-

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