Andrés no quiere dormir la siesta.

Me dio mucho beneplácito saber que dentro del universo de películas de 78 países, que fueron seleccionadas por el festival de Cine del Mundo de Montreal, el largo metraje argentino dirigido por Daniel Bustamante y protagonizado por Norma Aleandro bajo el nombre de “Andrés no quiere dormir la siesta” se ganara el “Premio del Público, Glauber Rocha”.

“Andrés no quiere dormir la siesta” fue filmada en Buenos Aires, Santa Fe y San Luis y es protagonizada por Norma Aleandro con actuaciones especiales de Juan Manuel Tenuta, Fabio Aste y Celina Font y su historia se desarrolla entre 1977 y 1978 en la provincia de Santa Fe, donde llega el joven Andrés tras la muerte repentina de su madre.

 

De tan solo ocho años, Andrés debe ir a vivir a la casa de su abuela Olga, su hermano Armando y su padre Raúl. En el nuevo barrio funciona un centro clandestino de detención, un secreto a voces con el que todos conviven. Durante un año son muchos los cambios y transformaciones que experimentara este joven, tanto él como su abuela Olga descubrirán el poder que tienen uno sobre el otro, y las consecuencias del mismo.

Tuve la oportunidad de conocer a Bustamante justamente el día de la velada de premiación, durante un “cinco a siete” que ofreció el FFM en la terraza del hotel Hyatt, unas horas antes de conocer todos los ganadores de los largo- metrajes que estaban compitiendo a nivel mundial. El productor argentino intercambió unas palabras conmigo y afortunadamente pude pillarlo después, cuando el premio del público, Glauber Rocha, aún hacia eco en sus oídos.

 

Daniel Bustamante: ¡Estamos Emocionados!

 

Daniel Bustamante realizó sus estudios en ENERC y fundó con Carolina Álvarez El Ansia Producciones una casa de cine independiente y ha realizado muchos videos, documentales y corto metrajes. Asimismo, Daniel organiza coloquios, talleres de capacitación sobre montaje de películas, escenografía y dirección de actores. Dentro de sus producciones están Historias Breves (2004), El sol Azul (2007) Escuela caracol (2009).

N.G. ¿Cuál cree usted que sea el mensaje más inspirador de su film Andrés no quiere dormir la siesta?

Daniel Bustamante. Andrés es una reflexión profunda sobre los modelos de individuos que gestamos los argentinos antes y después de la dictadura en Argentina. La historia es una consecuencia de nuestros actos, y creo que por acción o por omisión somos todos somos responsables de nuestro futuro.
La película tiene una mirada crítica pero piadosa sobre los modelos familiares y sus consecuencias. Porque es allí al interior de la familia donde se gestan los verdaderos esquemas de poder que marcan a las personas a lo largo de su vida.

N.G ¿Cuál fue el reto más grande que tuvo que asumir para la realización de este film?

Daniel Bustamante. Fueron varios. Nosotros decimos seguir al pie de la letra, con humor, (pero también es una gran realidad) todo lo que el manual del “operaprimista” dice que no se debe hacer: Trabajar con un chico, con una actriz internacional y con muy bajo presupuesto.

N.G. ¿Cómo fue la selección y preparación del joven que encarna magistralmente a Andrés?

Daniel Bustamante. El casting para Andrés fue arduo, se convocaron 562 chicos en tres provincias de Argentina durante cuatro meses. De ese casting salio seleccionado Conrado Valenzuela, quien actuó por primera vez en el cine interpretando a Andrés. En relación con la actriz Norma Aleandro, ella aceptó participar en el proyecto después de leer el guión, nunca había hecho una película después de la historia oficial y que aceptara hacer la nuestra nos llenó de mucho orgullo y a la vez le dio una dimensión increíble a la historia, que no esperábamos tener en nuestro primer proyecto.

N.G. ¿Por qué cree usted que Andrés es un largo metraje original y diferente?

Daniel Bustamante. Porque es la mirada sobre ese momento histórico de la Argentina y se hace desde otro lado, es básicamente el punto de vista de la gente común que no militaba y que también fue víctima del horror. Contar a través de los ojos de un niño, es contar sin un juicio de valor (que casi sería obligatorio de ser adultos) Andrés no sabe, no ve, no entiende, según los adultos, pero en realidad Andrés sabe, ve y entiende. Y esa imposibilidad de accionar en la que lo ubican, hará que reaccione de tal manera, que tendrá consecuencias impredecibles sobre los adultos.

N.G ¿Cuál es su mayor influencia cinematográfica?

Daniel Bustamante. Cristense, Tinayre, Fabio, puedo entrar a una sala sin saber que están dando y reconozco una película de ellos. Yo me crié viendo películas de Romero, de Hugo del Carril de Saslasky. Ellos fueron mis maestros. Me gusta mucho el cine de Bielinsky de Campanella, y Martin Scorsese es uno de mis directores favoritos.

N.G. ¿Qué pasó por su mente cuando escuchó que era uno de los ganadores dentro de una de las categoría de Competición Mundial de la FFM?

Daniel Bustamante. La verdad llegamos a Montreal contentos porque habíamos sido seleccionados y cuando mandamos la película creímos que participaríamos (si la elegían) en competencia de operas primas, pero cuando nos avisaron que estaba seleccionada para la competencia mundial, y estar al lado de directores increíbles como Tony Gatlif, para mi era un orgullo. Luego, cuando anunciaron que habíamos ganado el Glauber Rocha , es decir, el gran premio del público, nos emocionamos. La verdad que ganar porque te han elegido los espectadores, quienes son los que pagan la entrada, es un gran honor.

NG. ¿Cómo se sintió participando en el FFM de Montreal?

Daniel Bustamante. Muy bien, Montreal es una ciudad increíblemente linda y super amigable. La organización del festival es perfecta y participar en un evento como el FFM, de clase A, le da a la película un apoyo muy necesario para su distribución y si además la premian, mucho más.

N.G. ¿Cuál es su proyecto más inmediato?

Daniel Bustamante. Estamos trabajando en un documental sobre el cineasta Fernando Birri, quien es uno de los directores más influyentes para la generación de los documentalistas de los años 60 hasta nuestros días. Un director, poeta y alquimista que con 84 años sigue trabajando.