¿Colorear para vivir mejor?

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Cuando por primera vez vi a mi amiga Sandra trastear con sus libros, crayolas y colores pensé que se encontraba a punto de recibir en su casa a un “terremotico” tipo Victoria, mi sobrina de cuatro años, y no dudé en pensar que esa artillería era perfecta para entretener a cualquiera de sus sobrinos pequeños. Lejos estaba de imaginar que todo ese material era para su propio deleite y relajación, pues Sandra, al igual que muchos adultos hace parte de un gran número de aficionados a colorear, una actividad que empezó como una simple novedad y ahora se ha convertido en todo un negocio que sólo en el 2015 llegó a superar las ventas por 12 millones de dólares en Estados Unidos.

¿Pero qué hace que los adultos se engomen tanto coloreando? De acuerdo con US Today, existen varias investigaciones realizadas en Estados Unidos que demuestran que actividades creativas como colorear pueden ayudar a disminuir el estrés, es así como hemos pasado del costurero de las abuelitas a los “meet-ups para colorear” que ayudan, según los expertos a crear un estado meditativo en la mente, donde los pensamientos negativos y las preocupaciones no tienen cabida. Sandra, muy concentrada en colorear sus dibujos me confirma: “es como si dejaras tu mente en blanco, estoy fascinada con la serie de Secret Garden y coloreo sin parar. Siento un alivio enorme, me olvido de todo lo del trabajo, me desconecto completamente. ”

Lo increíble es que los estudios que comprueban los beneficios de colorear para la salud mental han existido desde hace marras, por ejemplo uno denominado ‘¿Pueden los Mandalas para colorear reducir la ansiedad?’ (Can Coloring Mandalas Reduce Anxiety?) de Nancy Curry y Tim Kasser, examinó la efectividad de los diferentes tipos de actividades de arte en la reducción de la ansiedad y tomó como muestra aleatoria a 84 estudiantes universitarios. Los resultados demostraron que los niveles de ansiedad se redujeron y que la coloración de un modelo geométrico de una complejidad razonable puede inducir un estado de meditación que beneficia a las personas que sufren de ansiedad.

Indudablemente, el arte es un remedio que ha traspasado fronteras, pues no sólo cura la ansiedad y al ver en el rostro de mi amiga esa satisfacción que le produce terminar su pequeña pieza de arte, llega a mi mente el recuerdo del documental *Changing Identities que vi en Montreal durante el festival FIFA 2009, el cual narra la vida de las personas que sufren de lesiones traumáticas y su participación en un innovador método de recuperación que ideó el artista Bill Richards en Nueva York. Cada año, aproximadamente 1,5 millones de estadounidenses sufren de daño cerebral traumático o lesión de la médula. Richards explora una alternativa de gran alcance, pues los pacientes aprenden a comunicarse a través del arte.

El efecto de los libros para colorear para adultos están dando tanto de qué hablar, que hasta la doctora Donna Betts, Presidenta de la AATA Asociación Americana de Arte Terapéutico en Estados Unidos afirma que el fenómeno actual podría estar relacionado ver con las personas que buscan una manera de romper con su rutina y todo aquello que les rodea, por eso ahora más que nunca, los mayores requieren actividades que les permitan relacionarse con los objetos táctiles. De hecho aquí en Colombia la fiebre está en furor con cuadernos repletos de motivos geométricos o abstractos hasta diseños de corte clásico, pasando por dibujos inspirados en la naturaleza o en diferentes estilos artísticos. Librerías como Panamericana o Nacional ofrecen a sus clientes esta manera de dar rienda suelta a su creatividad, expresar su personalidad, así como estimular la concentración, relajar el cuerpo y la mente.

La ansiedad, el estrés y la depresión se han ido convirtiendo en los enemigos del ser humano y la persona que menos creemos, puede manejar algún grado de malestar producido por estos tres flagelos, por eso los libros de colorear para adultos están teniendo tanto éxito en nuestra sociedad, pues lograr relajarse, soltar todas esas presiones cotidianas es un gran paso hacia un estado mental saludable. Y aunque no faltan las opiniones econtradas como la de Pablo, ingeniero de 49 años, las reflexiones son interesantes, pues colorear es algo que el ingeniero asocia con la era hippie de “peace and love”, pero al tiempo reconoce que este fenómeno va en contravía con el aumento del consumo de píldoras antidepresivas.

Como si estuviera aplicando física, matemáticas o química, Pablo se tomó la tarea de empezar una lista de los antidepresivos más comunes que la gente está tomando en Bogotá, la cual la encabezan Effexor, Clonazepan y Lirica, con preocupación explica: “Me he dado cuenta que muchas amigas se estresan por estar solas, les da pavor la vejez y se afanan por la falta de un compañero sentimental permanente, todo eso les causa una gran depresión y están recurriendo a estas píldoras”.

Al escuchar el testimonio del ingeniero, María Cristina, abogada de 54 años, no parece muy sorprendida al descubrir que después del Prozac han seguido apareciendo muchas otras píldoras antidepresivas, pero como está cautivada por la onda de colorear no descarta que esta técnica pueda ayudar a calmar la ansiedad de muchas personas sin importar la edad o la profesión, pues el placer que produce crear cosas nuevas es increíble. Con entusiasmo revela: “El año pasado un amigo me regaló de cumpleaños un libro para colorear y me dio mucha risa, porque a mi edad era como ridículo y resulta que ha sido fabuloso, incluso le compré a mis nietos y ahora todos coloreamos juntos!”

Por último, es un hecho que el amor por colorear poco a poco está deshaciendo pensamientos y emociones negativas que a veces impiden a los seres humanos ver con claridad, algunos coinciden en que esta actividad les está ayudando a afrontar duras pruebas de su vida, incluyendo enfermedades crónicas. El color también le permite a Clara de 35 años, “no pensar demasiado sobre su divorcio y aliviar su duelo cuando se hace insoportable”.

Fotos: www.aliexpress.com- www.meetup.com. Foto principal: Jorge Ribas- Washington Post
* Changing Identities: Cambiando de Identidad