Justin Trudeau, muy cerca del triunfo

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@NataliaGnecco
“Quiero pasarle la factura a Harper” con estas palabras Alfonso resume la razón por la cual quiere votar el próximo 19 de octubre, cuando Canadá elegirá a los 338 diputados de la Cámara de los Comunes, que debe elegir un nuevo Primer Ministro de Canadá entre los candidatos Stephen Harper del Partido Conservador, (quien busca su segunda reelección); Thomas Munclair del Nuevo Partido Democrático ; Justin Trudeau del Partido Liberal; Gilles Duceppe Bloc Québécois y Elizabeth May del Partido Verde.

Alfonso quien vive en Toronto hace diez años y ostenta su ciudadanía desde el 2012 no duda en declarar que es hora de un verdadero cambio, el cual está representado por el candidato liberal Justin Trudeau, pues la administración Harper ha demostrado un mal manejo económico, con pesar explica: “ el dólar canadiense ha perdido el 30% de su valor, por eso ahora tenemos que trabajar más para recuperar ese porcentaje; para rematar nos premia con su última reforma a la ley migratoria, que permite quitar la ciudadanía canadiense a cualquier persona, sin un juicio, sólo porque al señor Harper le da la gana, incluso a niños que nacieron en Canadá, solamente por tener la opción de ser ciudadanos en otro país, pueden perder la ciudadanía. Todo esto es arbitrario”.

Sin haberse puesto de acuerdo, Pierre no puede más que coincidir con Alfonso, pues actualmente vive en México, pero es oriundo de Quebec y no encuentra otra manera de catalogar el l hecho de no poder ejercer su derecho al sufragio la próxima semana, todo gracias a la decisión de la Corte de Apelaciones de Ontario que por dos votos contra uno, logró anular una sentencia emitida en el 2014 por la Corte Superior de Ontario, restableciendo de este modo, la prohibición de votar en elecciones a todos los canadienses que residen en el exterior del país por más de cinco años.

Pierre, quien es periodista y esta residenciado en el DF lamenta esta decisión que lo afecta tanto a él, como a cerca de un millón de canadienses que viven en el extranjero, con frustración dice; “no me dejan votar, a pesar que tengo toda mi familia en Canadá, que visito con regularidad a mis padres y amigos, colegas”. Al periodista no le sirve de consuelo, ni las protestas de los actores canadienses Donald y Kiefer Sutherland, quienes con todo su poder en el séptimo arte no pudieron revertir esta medida, a pesar que el sufragio es un derecho político y constitucional.

Por su parte Carlos, estudiante de 21 años residente en Montreal no quiso esperar hasta el 19 de octubre para ejercer su derecho, por eso se sumó a los más de 1,6 millones de electores canadienses que votaron por adelantado en los primeros dos días habilitados para esta votación, que según los reportes se aumentó en un l 34% en comparación con las elecciones de 2011. Conforme con la hazaña realizada, el estudiante afirma: “Le di mi voto a Trudeau porque lo considero una persona confiable, pues ha sido capaz de denunciar cómo los conservadores hacen las cosas a las espaldas del país, prueba de ello es su participación en el Trans- Pacific Partnership de manera semi secreta, o el terrible acuerdo con China. Los agricultores y los sindicatos ya advirtieron que la Asociación Trans -Pacífico podría costar puestos de trabajo en los sectores del automóvil y de la agricultura, con una fuerte protesta ante el Parlamento en Ottawa”.

Mi voto es por Justin

A menos de ocho días para las elecciones es un hecho que el candidato liberal, Justin Trudeau tiene muchas posibilidades de convertirse en el nuevo primer Ministro, las encuestas desde comienzos del mes de octubre situaban a los liberales con un 35.6% de apoyo a nivel nacional, los conservadores el 31.0% al NDP con un 22,8% y al Partido Verde con un l 4.7% . Cifras que cada vez favorecen más a Trudeau, pues la más reciente encuesta del Journal de Montreal sigue marcando el favoritismo hacia Justin, mientras Harper se va desdibujando con un 20.6% , pero advierte que el número de votantes indecisos se mantiene alto, lo cual deja el resultado impredecible .

Sin embargo, vale la pena analizar qué ha hecho Justin Trudeau para llegar liderando la recta final, pues su ascenso político no ha sido entregado en bandeja de plata por el simple hecho de ser el hijo del ex Primer Ministro Pierre Elliot Trudeau, por el contrario, Justin ha tenido que conquistar los espacios, codo a codo con sus oponentes y defender a capa y espada su aspiración. Desde un comienzo recibió un golpe bajo de parte de Harper y su equipo quienes lo atacaron con la campaña “ not ready”, en al cual argumentaban que no estaba preparado para conducir los destinos de los canadienses. Sin embargo Trudeau salió adelante con una propuesta publicitaria en donde hábilmente explicó que era cierto que no estaba preparado pero para ver a Canadá sumida en una recesión económica que han agudizado los conservadores.

Sumado a sus estrategias publicitarias, su carisma y todo el recorrido que ha hecho a lo largo y ancho del territorio canadiense, Justin Trudeau tuvo la suficiente entereza y humildad de pedirle apoyo al ex primer Ministro Jean Chrétien quien defendió a Justin de los ataques injustos sobre su inexperiencia y públicamente declaró: “ Es cierto , Justin se encuentra en la Cámara de los Comunes que durante siete años, pero Brian Mulroney sólo permaneció allí por un año antes de ser elegido Primer Ministro, y qué decir de Kim Campbell , que estuvo por cuatro años e incluso su viejo, Pierre Elliot Trudeau permaneció por dos años y medio.”

De la mano de Jean Chrétien , Justin fue conquistando el querer popular por todos los rincones de su país, basado en la diversidad , la inclusión y la igualdad, fundamentos de la sociedad canadiense. Adicionalmente, sus propuestas dirigidas a la clase media han calado en la voluntad los votantes: más dinero para criar a sus hijos, con un programa más generoso, libre de impuestos para beneficio de los niños: disminución de impuestos para la clase media y aumento para aquellos más ricos en un 1%

Las alianzas políticas que logró consolidar durante toda su campaña también han sido definitivas a la hora de ganar adeptos , como es el caso del espaldarazo que recibió de Hazzel McCallion, ex alcaldesa de Mississauga ( de 1978 hasta 2014) quien manifestó en una entrevista con Global News : “my choice is Justin” . Mcallion reconocida ampliamente en todo Canadá dio su apoyo a Justin explicando que la gente en Mississauga, sabe cuando ella da su aval a alguien es por una buena razón. De hecho aplaude la iniciativa de Trudeau de duplicar la inversión en infraestructura federal a casi $ 125 mil millones durante la próxima década, porque según Hazzel : “la infraestructura crea una gran cantidad de puestos de trabajo, que no se trata sólo de carreteras o puentes, etc. Es la educación, son los hospitales, las escuelas, las universidades, etc “.

Como complemento a esta alianza, la campaña Trudeau logró otro gran punto a su favor al ganar el favoritismo de varios líderes conservadores que prefirieron las propuestas liberales como es el caso de Bill Casey diputado conservador de 1988 -2007; Nancy Jamieson, David R Clark, Scott Lockart, Moe Royer, Jeff Cromwell, entre otros. En materia de propuestas Justin no se ha quedado corto apuntando a nichos específicos como los jóvenes para quienes propone la creación de 120 mil nuevas oportunidades de trabajo; las comunidades del norte a quienes desea entregar un programa nutricional completo; para la crisis de refugiados propuso aceptar unos 25 mil sirios; esto sin dejar de lado su promesa de trabajar con las comunidades para regular las emisiones de carbón, reglamentar el uso de la marihuana, la economía, proteger el medio ambiente e investir en la salud.

Por último no puede pasar por alto el excelente manejo de prensa y redes sociales de su campaña que además impuso un nuevo dispositivo para acceder a los mensajes de vídeo realizadas con carteles electorales, a través de realidad aumentada, una aplicación sencilla y gratuita permitió ampliar significativamente el número de personas que tuvieron acceso a sus propuestas, una forma de comunicación adicional dirigida a los jóvenes canadienses para comprometerlos con el futuro de Canadá.