Taxco: ¡ Paraíso de la plata!

Quien no sea amante de la platería, se vuelve fanático en dos minutos con solo pisar Taxco. Esta ciudad reconocida por su bella arquitectura colonial y por la elaboración de artículos en Plata es encantadora por ser una reliquia histórica. Sus calles son empedradas y los carros que transitan son solo los Volkswagen Escarabajos, según me dijo un taxista ellos escogieron esta marca por el motor pues las calles de Taxco son bastante empinadas. Lo ideal es comenzar esta exploración en un taller artesanal, yo tuve la oportunidad de ir a la Platería Calendario Azteca, allí el vendedor Máximo Alarcón

recibe a los visitantes con un agradable coctel llamado “Bertica” que es la prima de la Margarita. Después fui a conocer la bella Iglesia de Santa Prisca, que tiene una fachada churrigueresca. Cuentan que esta iglesia fue costeada por José de la Borda en 1751, quien siempre decía “Dios da a Borda, Borda da a Dios”.

Boda es un personaje muy importante en Taxco pues según la historia a mediados del siglo XVIII el empresario e inversionista minero catalán José de la Borda llegó a la región atraído por su riqueza minera y explotó las minas de Pedregal, el Coyote, San Ignacio y Cerro Perdido. En 1751 ordeno la construcción dela iglesia Santa Prisca la cual se terminó de construir en 1758. Una de sus peticiones para construir este templo fue que su hijo sacerdote oficiara la primera misa. Al parecer los únicos dos herederos de Borda se consagraron a los oficios religiosos.

Hay que tomar todo el tiempo libre posible para caminar por estas s calles empedradas y callejones donde hay varios museos y galerías, así como tiendas de artesanías diversas. Fue así como llegue al almacén de la familia Gómez Carvajal, allí pude hablar con Sergio Gómez quien me enseno el famoso collar de Frida Kalo que diseño su abuelo. Esta familia ha recibido muchos galardones por sus diseños en plata.

 

Para apreciar estas bellezas, les dejo fotos de El Calendario Azteca y la foto de Frida con el collar de silver Master creado por la familia Gómez.