El eterno encanto de Alexandre.
Famoso por su exquisita decoración parisiense no es sólamente el sitio predilecto de los aficionados a los vinos y la gastronomía, es también unAlexandre & Fils, amigo confidente de muchos hombres de negocios, intelectuales y románticos empedernidos. Son muchas las historias que se han tejido en estos muros cubiertos de glamour, tanto que algunos de sus clientes no se resisten la idea de
vivir sin las delicias de Alexandre y otras adoran recordar sus momentos idílicos cada vez que cruzan por este encantador lugar.
George Younis, no olvida por ejemplo que selló su compromiso con su esposa en el Alexandre y mi colega Beryl Wasjman, jefe editor del periódico The Metropolitan, quien le gusta tanto trabajar en este restaurante, que es su segunda oficina, desde allí prepara los dardos para sus columnas políticas y no es extraño encontrarlo a menudo con su portátil en la terraza de Alexandre o fumando en salón de los cigarros en el segundo piso. Mejor dicho Beryl ya hace parte de la decoración.
Indudablemente, la magia que encierra Alexandre, famoso por acoger a público de todas las edades, tiene mucho que ver con su propietario, el francés Alain Creton, quien se las ha ingeniado siempre para conservar la fidelidad de sus clientes, atraer a los turistas y mantenerse siempre “in” en la agitada agenda gastronómica de Montreal.
Un sello único.
La aventura del Alain Creton comenzó 1967 cuando aterrizó en Montreal, proveniente de Inglaterra y luego de diez años de arduo trabajo en varios restaurantes y bares de Montreal, de ahorrar dinero suficiente, se embarcó en la compra de este restaurante que obviamente no era lo que vemos actualmente, pues el concepto y la apariencia eran otros. Junto a su hermano menor quien también inmigró de Francia, se dieron la tarea de abrir Alexandre, de tal manera que Alain se dedicó a crear un ambiente especial, inspirado en su experiencia laboral en Francia en los restaurantes preferidos por periodistas y el mundo del jet set internacional, mientras que su hermano se concentró en el paladar y en cómo enamorar a los clientes con la cocina tradicional francesa.
Alain confiesa que siempre le gustaba conversar con la gente de la radio y precisamente a pocos pasos del Alexandre estaba una estación radial la CKC y cuando ellos comenzaron a frecuentar su restaurante, él se les pegó como si fuera un Groupie* porque era esa la clientela que deseaba atraer, al igual que relacionistas, intelectuales, periodistas, políticos, todos adultos muy agradables, que contrastaran con los universitarios de Mcgill.
“ Creamos un ambiente tipo “English Pub” para los jóvenes y recuerdo que en 1982 tuve mi primer encontrón con el ex Ministro Rene Lévesque y su Ministro de Comercio, pues resulta que yo vendía cerveza del barril importada, algo que no se veía en ninguna parte en esa época en Quebec. Todo era local y duramos cuatro meses de tire y afloje con el gobierno quebequense, quien finalmente nos dio la autorización de venta en la provincia. Ese fue un gran logro para Alexandre y actualmente ofrecemos trece tipos de cervezas importadas”. Asegura Creton con cierta melancolía.
Cuatro años después de este episodio, Alexandre cambió toda la decoración, reconstruyeron esta brasería parisina, que nos da la sensación de estar en medio de un restaurante de un vecindario de Paris, además chefs de Francia de gran reputación internacional vienen a deleitar la exclusiva clientela de Alexandre, con un menú típico francés y como lo asegura Alain, nadie los ha imitado jamás en Montreal, él afirma: “ Somos únicos porque hasta la terraza, es especial, todos esos muebles fueron traídos de Francia, queríamos ser auténticos y por ser tan costoso, es más difícil que nos imiten”.
Fieles al paladar.
Más allá de la decoración, el éxito de Alexandre está en la fidelidad para preparar cada plato de acuerdo al paladar francés. Alain cuenta que para el aniversario numero veinte.
invitaron 15 chefs especializados que vinieron a Montreal a explicarles el funcionamiento de la cocina francesa, es así como se conserva siempre la misma sazón. “Si un francés viene a comer a Alexandre sale satisfecho con lo que escoja ya sea “pâté en croûte”, “soupe à l’ognion”, “confit de canard”, “morue notre confit, nuestra cocina bistro es original, nuestro foie gras les fascina y eso nos llena de orgullo”. puntualiza el propietario.
En el 2008 el gobierno francés le otorgó la orden del mérito agrícola por su aporte a la gastronomía francesa, una distinción que comparte con la actriz Catherine Deneuve quien también fue condecorada por este mismo mérito, por haber promocionado los perfumes franceses por el mundo.
En cuanto a su rol como padre de familia, Alain dice que su sueño ya se cumplió y es estar al lado de sus cuatro hijos, acompañarlos en su vida, en su adolescencia. Al preguntarle si le gustaría que ellos siguieran con esta tradición, me asegura que como todo padre tiene esa esperanza, pero prefiere que ellos decidan lo que deseen hacer en la vida, incluso si es completamente diferente. “Todos mis hijos vienen a comer al Alexandre, pero solo Alicia viene a trabajar, es la única que me ayuda, no se si quiera continuar con esto, o si vaya a cambiar de opinión algún día…” dice Alain con mucho humor.
Nuestra conversación llega a su fin, el deber llama al propietario de Alexandre, quien es un excelente anfitrión, no está de más decir que es galante por naturaleza, algo muy apreciado por nuestra estirpe latina.
Foto terraza: David Nathan
Sobre: Cama
Groupies: Persona que sigue emocionalmente a los artistas.
La Promesa, mi más reciente libro
¡Bienvenidos a todos los amantes de la literatura y a los nuevos lectores que est&aa…