Juan Manuel Vásquez en Mónaco.
El invierno estaba en pleno apogeo en Montreal cuando Juan Manuel se subió al avión rumbo a Niza. Todavía sus orejas guardaban el recuerdo de las heladas brisas de Montreal y en su retina seguía la imagen de las mañanas grises escasamente iluminadas por capas de nieve que amenazaban con no dejar germinar de nuevo el pasto. Pero al pisar la Costa Azul , un cielo despejado de nubes le dio la bienvenida, mientras los rayos del sol se reflejaban en cientos de plegables y afiches que invitaban a la feria de arte ArteMonaco 2011 en el Forum Grimaldi. Una sonrisa de satisfacción asomó en sus labios al constatar que su pintura Buhonahual era la imagen del evento.
Meses atrás, Juan Manuel Vásquez fue seleccionado junto a sus colegas Vladimir Valiente y Julio Alarcón para exhibir sus obras durante la celebración del Bicentenario de la Independencia de América Latina, en el marco del festival LatinArte 2010, dicha selección fue realizada por Jhonessco Rodríguez, presidente de ArteMonaco, con miras a incluirlos en uno de sus eventos. A finales del año pasado Rodríguez los citó a los tres y escogió once pinturas de Vásquez para la feria de arte en Mónaco, que se realizó del 31 de marzo al 3 de abril 2011.
A su regreso a Montreal, el artista de origen Guatemalteco me envió unas palabras de agradecimiento por mi apoyo durante LatinArte 2010 y por haber mantenido el interés de Jhonessco Rodríguez en los tres artistas, hasta lograr a la selección final. Vásquez dio un paso enorme en su carrera profesional al exhibir sus obras en Europa y convertirse en la imagen oficial gracias a su Buhonahual. Superada la euforia, Juan Manuel encontró una noche tranquila, para hablar de asombrosa experiencia en Mónaco, su vida y sus proyectos.
¿Cómo tomó la decisión de irse a Mónaco?
Rodríguez escogió once de mis pinturas e hicimos todo el embalaje. Cuando vi toda esa cantidad de pinturas que iban a Mónaco, me dije vale la pena ir. Mi sorpresa fue mayor cuando encontré plegables con la foto de mi pintura en el aeropuerto de Niza, al subir al autobús rumbo a Mónaco, vi que en cada parada había un afiche, plegables e incluso banderas gigantescas en las calles del principado. Fue increíble, no esperaba algo tan grande.
¿Qué fue lo primero que notó en este gran evento?
La exposición duró cuatro días en Fórum de Grimaldi, que es el centro de convenciones de Mónaco y había cincuenta y dos galerías de todo el mundo. Cada artista tenía su espacio, pero yo era el único que tenía más pinturas en un mismo lugar. Lo más interesante es que pude interactuar con galerías que traían obras de Botero, Picasso, Dalí, de escultores famosos y pude hacer muchos contactos.
¿Recibió propuestas?
Una galería en Suiza se interesó en mi trabajo y la idea es hacer una exposición con ellos pronto. En Niza tuve una excelente propuesta de una de los centros de arte más importantes de esa ciudad. No olvidemos que después de Paris, Niza es el segundo gran polo de desarrollo del arte en Francia, allí existe una escuela de arte muy reconocida en arquitectura, pintura y quien comercializa todas estas esculturas es la misma galería que escogió mis obras.
¿Qué sintió al despertar ese interés?
Muchas esculturas de esta galería son un homenaje a Pablo Picasso, esto sin mencionar la calidad de los artistas que ellos representan, me sentí caminando sobre las nubes en Art Mónaco. He sido muy constante, mi compañera me ha apoyado bastante en mi trabajo, pero todavía no despierto, sigo pensando ¿esto será cierto?
¿Cómo percibía su propia obra en medio de tantas piezas de arte?
Me sentí reconocido en Mónaco. En este tipo de exhibiciones pasa desapercibido la nacionalidad, pues la gente va más por el trabajo y no tanto por la técnica, sino por lo que representa la pintura, entonces hubo muchos comentarios positivos acerca de mi pintura, me sentí muy bien. En Montreal se hace arte a la altura del mundo, hay muy buenos artistas, pero pienso que lo que hago sobre sale en este tipo de exhibición, fue el lugar adecuado para mostrarlo.
¿Recibió alguna crítica?
A veces uno tiene inseguridades y la verdad no me importa si se hace una mala crítica, porque pienso que tiene un valor. Otra cosa es vender o no vender, pero por ejemplo un coleccionista de arte vino desde Suiza y compró una de mis pinturas. Me dijo que estaba más a favor de lo abstracto y no lo figurativo, pero me aclaró: “ Esto que voy a comprar me gusta”.
¿Qué tal los precios?
Dejando a un lado los gastos de aduanas y envíos, el precio de la pinturas allá es el que debería tener todo el tiempo. En Montreal las pinturas tienen tres o cuatro veces menos el valor de lo que se vende allá. Es una gran diferencia.
MIS PINTURAS ESTÁN EN CONSTANTE EVOLUCIÓN.
La obra de Juan Manuel Vásquez es muy profunda, con solo admirar sus cuadros se evidencia una postura, una identidad que no es ajena a sus vivencias y portan un mensaje. Es innegable su paso por México como asilado político, al igual que su vida como inmigrante en Canadá. Como él firma, sus pinturas tienen ese desgarramiento que sufrió de extrañar la tierra amada, alejarse de lo que fue su vida durante muchos años, pues regresó a Guatemala dieciséis años después de haber vivido en el exilio.
¿De qué manera la transición entre México y Canadá influyó en su obra?
El hecho de no saber qué iba a pasar al día siguiente con mi vida, vivir en una constante incertidumbre, estar como con una mano adelante y otra atrás, sin poder cambiar un par de zapatos durante tres o cuatro años, todo eso me marcó. Es una impotencia de querer hacer algo, pero no puedes por la situación que estás viviendo, afortunadamente trabajé estando en México y pude pasar el tiempo de exilio ocupado. Después, cuando entré a Canadá tuve un momento en paz para descargar todo lo que tenía dentro de mí: La opresión, represión, la situación de exilio. Todo lo mostré a través de la pintura.
¿Qué significa el Buhonahual?
Comencé a trabajar en algo que es propio de mi familia. Mi mamá es Maya, pero crecí sin tener reconocimiento de mis antepasados, pues en ese tiempo era vergonzoso sentirse indígena en Guatemala, había mucha discriminación. Últimamente eso ha cambiado y al salir al exterior empecé a valorar esa parte de mí, de allí viene el Buhonahual. Cuando un niño nace dentro de una comunidad Maya, los ancianos le hacen un regalo y es el espíritu de un animal que lo va a proteger durante su vida, eso es algo que también se da en los pueblos indígenas de Asia, África es la misma tradición. Pinté al animal que protege a esa persona que está en la pintura, pero es también una parte que conecta al ser humano con la naturaleza, para que se aprecie el ambiente, para no destruir la tierra.
¿Qué simbolizan los elementos en su obra? .
Hice mucho trabajo con cerámica y se utilizan esos cuatro elementos, el viento, el fuego, el agua y la tierra, pero para hacerlo se requiere del amor, que es el quinto elemento, por eso es muy importante todo lo que se hace a mano con arcilla, son los cuatro elementos de la tierra más la persona que lo hace con amor, así tiene su significado. Traté de hacer una serie de veintitrés pinturas y reduje a tres o cuatro colores mi paleta, que son colores de la tierra como el ocre, gris, blanco lo limite a esos colores. Me pongo desafíos cada vez que pinto y pienso a dónde más puedo ir. No quiero conformarme con lo que hago. Mis pinturas están en constante evolución.
¿Por qué es tan vital la textura en su obra?
La textura es todo lo que es el planeta tierra, porque no vivimos sobre una superficie lisa, estamos sobre superficie con texturas por todos lados, es como cuando estás en un avión y ves los árboles las montañas. Yo trabajo mis pinturas a partir de la textura primero, el diseño después y el color, no es necesario que sea el mismo orden pero siempre es textura, dibujo, pintura. No tiene sentido trabajar sobre una superficie lisa y le digo a la gente que venga a tocar mi obra, porque los ojos de las manos ven mejor que los ojos del alma. Muchos tocan y se sienten más cerca de lo que hago, me gusta que toquen mis pinturas.
EL ARTE ES UNA INVERSIÓN
Juan Manuel ha encontrado muchas formas de permanecer en contacto con Guatemala, a pesar de no ir desde el 2004 apoya proyectos de agua potable para niños Guatemaltecos y con un grupo de voluntarios canadienses promueven la instalación de eco-estufas, pues las familias tradicionales de su país usan fogones abiertos en las casas y ese humo negro es perjudicial para la salud, con este proyecto el promedio de vida se ha aumentado notablemente. Todas estas actividades le ayudan a sentirse cerca de su gente, pero Quebec sigue siendo el epicentro de su trabajo.
¿Qué tan rentable es Montreal para los artistas?
Mi reto es entrar el mercado de Montreal porque es difícil entrar a las galerías, todavía no lo logro. Si en Europa el mercado está lento, en Estados Unidos donde más venden las galerías de Montreal también está lento, entonces tienes que ser alguien que venda demasiado para que te vean y piensen que aquí vas a vender. Montreal tiene la mayor cantidad de artistas de todo Canadá per capital, pero hay una gran cantidad de oferta y la demanda es poca. Muchos colegas tienen que salir a vender al exterior. El mercado de Canadá es pequeño, es otra razón que impide entrar a una galería.
¿ Y afuera de la ciudad ha encontrado alguna?
Tengo una galería que me representa en Niza, otra en Ottawa y en Laval, eso me da cierta tranquilidad. El plan es conseguir una galería en Montreal, Toronto, Colombia Británica, Nueva York y Suiza, aunque sigo trabajando el pequeño mercado, ósea todos los festivales del verano en Quebec. En junio estaré haciendo un taller en la frontera con Ontario, en el Festival de Arte del Mundo Contemporáneo. En septiembre estaré ocupado mostrando mis pinturas, en invierno preparé el material del próximo año.
¿Es partidario de vender copias de sus obras?
He realizado dibujos o diseños, para grupos de derechos humanos, de justicia y paz y vendí la imagen para un poster pero doné lo que recaudamos. Pienso que lo que uno hace lo debe ver la mayor cantidad de gente, no tengo ningún problema que mi pintura esté en una T-shirt pero cuando he hecho reproducciones, advierto a los clientes que es una copia y yo vendo originales, lo cual es una inversión, aunque mucha gente no lo vea así. Tenemos una gran cantidad de artistas, pero la gente en Quebec no se da cuenta que ellos serán la vanguardia del arte, ahora pueden ver y adquirir esas a bajo precio, pero la gente no las compra.
¿Es diferente en Europa?
Quebec no tiene una educación en el arte, no es como en Europa donde la gente por años ha comprado obras, las coleccionan a pesar que las casas son pequeñas y es difícil guardarlas. En Europa el arte es una inversión, por eso los artistas consagrados venden a grandes precios porque la gente compra una pintura de ellos y en cinco años la venden y obtienen 50 mil dólares o euros de ganancia, es una inversión grande.
Si usted fuera alguien con ganas de invertir en arte ¿Qué artistas de Quebec incluiría en su colección privada ?
Es una inversión a largo plazo, digamos a 20 años , si pensamos en una colección que podría dar mucho dinero , yo sugeriría por ejemplo comprar obras de Dominic Besner , un artista que ya está más valorado, de Yoakim Bélanger, o una artista como Marie- Anne Brassard o Stéphanie Laurin quien tiene sólo 24 años y tiene un trabajo muy destacado. También las obras de Chantal De Serres , con quien he trabajado en varias ocasiones.
¿Qué diferencias observa en el público en el momento de adquirir las obras?
En Europa todo se hace por catálogo. Vienen a ver las exposiciones, después van a su casa, o a un café, se sientan lentamente, observan y llaman a la galería, a partir de allí hacen el negocio. En Montreal todo se reduce al coup de coeur , me gustó la pintura la voy a comprar, pero si tienen dinero en el bolsillo, de lo contrario, no.
¿Le inspiró de alguna manera esta experiencia en Mónaco?
Cuando hablo de inspiración pienso en Picasso: El artista debe trabajar todos los días. Si la inspiración llega algún día, que te encuentre trabajando. Regresé con muchas ideas y proyectos en mi cabeza. Siento que mi trabajo ha cambiado, porque hay influencia de la sociedad donde uno vive, igual el color me sale sin querer, el invierno no me induce a pintar solo grises. Ver el sol, el mar en la Costa Azul llegar a Montreal y encontrarse otras culturas constantemente, es algo que influye. Pero si no hay inspiración hay trabajo de oficina, una vida familiar. Cuando estaba soltero no tenía horario, ahora sí.
Por último, usted afirma que el arte es tan necesario como el aire que respiramos. ¿Por qué?
Si un país le da educación a sus niños, salud a su población y si apoya el arte en todas sus manifestaciones va a crear una sociedad sana. Estará formando seres humanos con una gran sensibilidad, podrá ir más allá que los demás países. El fútbol es importante, pero el arte es más que un deporte. Si en lugar de tener un ejército dejaran esos cuarteles para escuelas de artes o centros para investigar enfermedades, las cosas cambiarían mucho. Pero le damos más importancia a un ejército, compramos armas, aviones, taques. El arte es importante para sobrevivir, es como el aire que respiramos. Un país que apoya a sus artistas crea empleo, bienestar.
Fotos: Juan Manuel Vásquez.
Video: Stéphanie Laurin
Agradecimientos: Jhonessco Rodríguez
La Promesa, mi más reciente libro
¡Bienvenidos a todos los amantes de la literatura y a los nuevos lectores que est&aa…