Uno, dos y tres ¿Uribe otra vez? (parte I)
Como periodista siento un deber enorme de sensibilizar a mis compatriotas sobre la responsabilidad individual que debemos asumir para cambiar a Colombia, aprendiendo a ser parte de la solución y no del problema. Mi reto es tratar disminuir los rencores ideológicos que cada colombiano arrastra consigo a Canadá, buscar espacios de diálogo, de reconciliación sin importar las tendencias políticas, pues aquí somos todos colombianos y en esa medida sus opiniones merecen todo mi respeto.
Uribe es un politico impresionante.
Cuando hablamos sobre el Presiente Colombiano Wajsman expresa: ‘Uribe tiene una personalidad muy interesante porque logró cambiar la Constitución Colombiana para que lo reeligieran. Su destreza para establecer alianzas políticas es sorprendente, como también la manera como hizo toldo aparte, se separó del Partido Liberal para luego crear un propio partido. Yo lo considero como un político pro americano y ejerce un equilibrio en esa área, por ser Colombia vecina de Venezuela”
Beryl asegura que a pesar que haya preguntas o nubarrones negros entorno a la administración de Uribe en Suramérica, el presidente de Colombia es eficaz, tiene una popularidad de 84% es un político impresionante y si logrará establecer una posición internacional en contra de las Farc, esto puede convertirse en un hecho. “Con esto no quiero decir que el Presidente no se haya esforzado lo suficiente, pero las Farc siguen vivas y a pesar que muchos Ministros de la administración Uribe proclaman que el grupo guerrillero está debilitado, aún no hay señales de eso. Lo que es importante es que Uribe puede combatirlas con ayuda de la Corte Penal Internacional, entonces ahí su reelección cobra relevancia, si tenemos en cuenta además que para Obama el presidente Chávez es una verdadera amenaza para desestabilizar America” puntualiza Wajsman.
Estudiando más a fondo la posición de Uribe con respecto a Norteamérica, Beryl declara que Uribe es un hombre partidario de los acuerdos de libre comercio y en esa medida lo ve más cerca de Harper que de Obama, además existen mayores similitudes entre Canadá y Colombia debido a su población, no obstante la industrialización de las provincias canadienses.
Por otra parte, al preguntarle a Wasjman su opinión sobre el artículo del semanario británico The Economist que considera que una segunda reelección del presidente colombiano genera un “daño para la democracia” o sobre el riesgos de caer en un régimen dictatorial, él me responde sin tapujos: “¿Por qué? Dijeron lo mismo sobre Roosevelt cuando quiso hacer su campaña para una tercera legislatura, pero la Constitución America permitía eso, es más, en 1963 cuando los republicanos cambiaron la Constitución para admitir sólo dos periodos, ellos mismos se perjudicaron porque Eisenhower pudo haber sido reelegido más rápidamente si en 1960 no se le hubiera atravesado en el camino John F Kennedy”.
Wasjman afirma que lógicamente, el poder puede pervertir los niveles gubernamentales, pero ¿cómo contrarrestar los índices de la popularidad de Uribe, si incluso está aprobado un referéndum para una segunda reforma constitucional? “Entiendo los argumentos en contra y a favor de la reelección, pero lo único que ha hecho esto posible en America ha sido el caso de Roosevelt. En Canadá puedes lanzarte cuantas veces quieras y filosóficamente hablando, uno no debe poner límites a los gobiernos, pero la experiencia humana demuestra que alguien que esté en el poder por la primera vez puede estar sometido a los tentáculos de la corrupción, pero no puedo juzgar a Uribe. Yo diría, ¡déjenlo ir por su tercer periodo!.
Finalmente Beryl asevera que no cree que Colombia haya padecido lo mismo que Argentina con la desaparición de tantas personas durante la dictadura y siempre puede haber una Comisión de Reconciliación, aunque son procesos que llevan tiempo, no es automático. “Es prematuro hablar de desarrollo económico o democrático en Colombia mientras existan las Farc o haya presencia de grupos armados. Se por mis amigos en Washington que Uribe está haciendo su mayor esfuerzo para gobernar en Colombia y acabar con los grupos insurgentes, la pregunta sería ¿Es suficiente? No lo se.
No hay reelecciones indefinidas
Martin afirma que en Canadá, donde hay un sistema parlamentario, no hay ningún problema en que un primer Ministro permanezca en su cargo por muchísimos años, pues no existe un límite específico de periodos electorales y esto no afecta realmente la democracia, una posición que defienden quienes apoyan la reelección en Venezuela, Colombia, Bolivia o Ecuador. Además, este fenómeno no es aislado pues se estó dando en varios países suramericanos como Ecuador, donde es el tema central de la discusión política nacional.
Movilla argumenta: “¿Cuántos años estuvo Jean Chretien en el poder o Pierre Trudeau? Es decir no es un procedimiento completamente negativo si nos basamos en los ejemplos internacionales. Sin embargo, quienes rechazan la reelección aducen que no es bueno perpetuarse en el poder. En el caso de Colombia, quienes se oponen al continuismo afirman con evidencias válidas, que es el Presidente quien termina nombrando a los miembros de la Corte, los Fiscales y todos los organismos de control”.
Asimismo mi colega especifica que el sistema colombiano no fue creado ni en la Constitución de 1981 ni en la de 1886 para que una persona estuviera tanto tiempo en poder, no hay como en Canadá, los mecanismos de control que permitan que las personas que asumen el poder durante mucho tiempo, no tengan ninguna incidencia real en la administración de justicia y los demás poderes del Estado. “En realidad la gran pregunta que uno tiene que hacerse es si los sistemas y mecanismos de control en Colombia están preparados o no para que una persona independientemente de su partido político se quede en el poder durante tanto tiempo”, declara Martín.
El periodista de RCI explica que el problema de la reelección no es personal o del Presidente Uribe, es simplemente saber, uno: si hay madurez política, si la Constitución Colombiana y las leyes de alguna manera permiten el equilibrio de los poderes públicos. Dos, si se mantienen la independencia de las ramas del poder y tres si mas allá de la gestión administrativa del Gobierno, se mantiene la estabilidad misma del Estado.
Con respecto al referéndum reeleccionista, Martín me asegura que es una discusión de un tema que nadie conoce. “Los venezolanos permitieron la reelección de Chávez, pero no existen las reelecciones indefinidas, una cosa es el discurso político y otra la realidad jurídica. No hay reelecciones indefinidas. Cuando hay una persona especifica que ha tenido un liderazgo sea positivo o negativo se personalizan las decisiones. En el caso de Venezuela se dice reelección indefinida de Chávez, mientras en Colombia los opositores señalan la reelección indefinida del Presidente Uribe. En realidad están jugando con lo que se podría implementar y eso que se aprueba es un mecanismo que ya existe en otros países, la posibilidad que un Presidente en ejercicio, llámese como se llame represente a quien represente, pueda volver a ser candidato.
Movilla reitera su posición antes de culminar nuestra conversación: “La pregunta no es si está bien o mal la reelección porque eso ya existe en otros países, no tiene sentido cuestionar un sistema que ya ha funcionado, lo que debemos es cuestionarnos es si los mecanismos establecidos en la Constitución de Colombia permiten que alguien sea reelegido sin que ello ponga en riesgo la estabilidad de los poderes, la independencia y la estabilidad del Estado”.
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