Instantes con Edy Martínez
@Natalia Gnecco
“Estudié con el cosmos, con las estrellas”, con esta frase el pianista, percusionista, arreglista, compositor, director y productor Edy Martínez resume sus inicios en casa de sus padres en Pasto que le permitieron descubrir la música clásica, el jazz, la música afro-neoyorkina, afrocubana, afrocolombiana al lado de su hermano Juan, pues cuando tenía ocho años lo invitó a escuchar un programa radial de Bogotá, que presentaba la obra maestra de Tito Puente titulada Cuban Carnival de 1958, la cual es el ábrete sésamo de la música afro-neoyorkina.
Edy, quien acaba de ser homenajeado por la Asociación de Melómanos de Cali, por ser el único arreglista de los más importantes personajes de la Fania como Ray Barretto, Héctor Lavoe, Larry Harlow, Pete El Conde Rodríguez, y otros más, me confiesa que su vena artística proviene de su familia, pues su papá fue trombonista y percusionista de su propia orquesta llamada Martínez Polit y agrega: “Yo trabajé para la orquesta de mi padre, fui conguero luego baterista y después pianista”.
El origen del maestro Martínez contrasta con el acento caribeño, el cual adquirió luego de vivir por cincuenta y dos años en Nueva York, de alternar con las grandes estrellas tanto de jazz como de salsa, del mundo entero. Ahora es profesor invitado del departamento de música de la Universidad de Nariño en Pasto y empezó el 2015 con un genial concierto en Bogotá, acompañado por músicos profesionales de la urbe como el saxofonista Juan Benavides, el baterista Juan Anzola, el bajista Lucho Guevara y el famoso conguero Luis Pacheco.
Su presentación se dio en un ambiente cálido e íntimo, donde el público pudo observar su excelente diálogo con el piano, mientras dirigía al resto de la banda con una habilidad insuperable. Su entrega a la música se transmite con tanta fuerza que luego de interpretar temas como Celebración, Morning, Obsesión del compositor puertorriqueño Pedro Florez; Picadillo de Tito Puentes; Sofrito de Mongo Santamaría; boleros y música colombiana, los asistentes seguían sedientos de su talento.
Como varios músicos vinieron a ver al maestro Martinez, éste los invitó a compartir su tarima, asumiendo el papel de director con un resultado fenomenal, pues todos se acoplaron al instante: los saxofonistas colombianos Juan Felipe Cárdenas, Pacho Dávila, el pianista puertorriqueño Israel Tanenbaum y su colega, el pianista peruano Jhonatan Purizaga… ¡Todo un derroche musical!
La música es ciencia ficción
Para este jazzista , amante de la salsa no hay música fea, por eso confiesa: “Todo depende de cómo se interprete” esta convicción va ligada a su trayectoria artística , pues desde los diecisiete años fue invitado por Ray Barretto en Nueva York para que fuera el pianista de su orquesta, lo cual le abrió las puertas al mundo. Por sus increíbles dotes también fue llamado por el maestro Tito Puentes, Eddie Palmieri, Pete El Conde Rodríguez, Tito Rodríguez y Gato Barbieri.
Eddy ha participado en todos los festivales de jazz que se realizan en el planeta, vivió en Francia, Alemania y Holanda, pero donde más ha batido récords es en los famosos Premios Grammy por haber sido el arreglista de varios álbumes nominados al Mejor Álbum de Música Latina. Sin fallarle la memoria él enuncia: “ con Edie Palmieri: “Unfinished Masterpiece; Ray Barretto: “The Other Road”; Larry Harlow: La raza latina; Tito Puente: Homenaje a Benny Moré y homenaje a Arsenio Rodríguez, el cual fue grabado por Lucas Van Merwijk y su Cubop City Big Band, en Amsterdam, Holanda”.
Luego de hacer este hermoso recorrido por sus logros a nivel internacional, el maestro Martínez afirma que “La música no es estática, porque vive en permanente evolución”, por eso no esconde su entusiasmo al hablar del folclore colombiano: “Me encantó escuchar a Jorgito Celedón haciendo dúos y fusiones con artistas de la talla de Oscar de León y Reynaldo Armas, igualmente en Cali quedé maravillado con el show de Delirio, porque está a la altura de cualquier espectáculo en Nueva York ”.
Pero no sólo la evolución de la salsa llama la atención de Edy, también la música vallenata abre sus sentidos, por eso al escuchar la canción “El hermano Elías” del último trabajo discográfico de Diomedes Díaz, su oído denota admiración por el sonido del bajo de José Vásquez, hasta se toma la tarea de repetirla y seguir mentalmente los movimientos del famoso bajista de la antigua agrupación del Binomio de Oro, para enfatizar: “Para hacer música debes tener sapiencia de cómo suena la percusión, el chelo, el bajo, el piano, etc”.
Y hablando de la música, Edy me revela su admiración por la astronomía, ciencia que él considera está muy relacionada con el arte de combinar sonidos, al tocar el piano se traspasan muros, puertas y paredes, en otras palabras, ¡la música es pura ciencia ficción! Por eso está componiendo música espacial y en unos de sus temas le hace un homenaje al planeta Marte. Con esperanza el maestro dice: “Creo que si la música que escuchamos hoy tuviera mayor armonía con el cosmos, el mundo sería más espiritual”.
Para finalizar, Edy Martinez extiende la invitación a todo el público colombiano para mediados del mes de febrero donde estará acompañado por la Orquesta Sinfónica de Pasto, interpretando en el piano el concierto Grosso y Dalton, música compuesta por Nils Lindberg bajo la dirección del maestro José Aguirre Oliva.
Fotos: Archivos Edy Martínez- Herencia Latina- Preferencia Stereo
Agradecimientos: Iván Contreras
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