El museo del vallenato
Inmortalizar el sentimiento que inspiró a Diomedes Díaz a componer “Canto celestial” como despedida a su compadre Juancho Rois; Vivir en el limbo por unos instantes al lado de Kaleth Morales o saludar a Rafael Orozco y Juancho Polo en esa “Parranda en el cielo” tan sabrosa que compuso Alan Carcamo, es quizás uno de los sueños más anhelados de quienes aman la tierra de Pedro Castro.
Es por eso que preservar y honrar este legado de compositores, juglares, intérpretes y personajes que han contribuido al posicionamiento de la música Vallenata a nivel nacional e internacional se convirtió en una de las razones que motivó al gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco a impulsar el proyecto del Centro Cultural de la Música Vallenata (CCMV) en la capital del Cesar, Valledupar.
Si bien esta iniciativa fue divulgada desde el 2012, cada día cobra más fuerza gracias al apoyo de la comunidad y al concepto favorable que finalmente dio la oficina de planeación del alcalde de Valledupar, Freddy Socorras, pues el predio escogido era la antigua Zona de Carreteras, que según el Plan de Ordenamiento Territorial de 1999 estaba destinado a la construcción de una glorieta. Sin embargo, después de varias reuniones y estudios previos apareció la luz verde, pues el predio será usado bajo el concepto urbanístico de “equipamiento comunal público”, lo que implica que la glorieta se mantiene y al interior de ésta se construirá el centro cultural tipo museo.
Lograr un consenso en torno a la ubicación del museo de la música vallenata no fue nada fácil, pero después de superar los obstáculos, el proyecto salió tan ileso como lo hizo el compositor Camilo Namen en su famosa canción “Encuentro con el diablo”, quien despertó con ganas de beber y seguir gozando. Fue así como una vez aprobado el sitio para la construcción del museo, el gobernador Monsalvo y el alcalde Socarras celebraron la noticia con una parranda improvisada, al compás de los acordes del Rey de Reyes, Hugo Carlos Granados y del cantante Ivo Díaz.
Pero ¿en qué consiste el proyecto? El Centro Cultural de la Música Vallenata, tendrá al menos una biblioteca especializada, un auditorio tipo teatro, un museo o salas de exhibiciones permanentes e Itinerantes, sala de artistas, laboratorio de sonido, colección digital de audiovisuales, cafetería, local de ventas de souvenirs y varias aulas especializadas para la enseñanza de la música.
El auditorio será el punto central del Centro de la Cultura de la Música Vallenata y de acuerdo con la administración Monsalvo Gnecco deberá ser una sala de conciertos, diseñada para permitir presentaciones de todos los géneros musicales, con capacidad por lo menos para 1.200 espectadores y una capacidad de adaptación que permita adecuarse acústicamente a todos los tipos de melodías, que su escenario sea flexible tanto para la presentación de un conjunto vallenato como a una orquesta de cámara, a un concierto de música contemporánea, compañías de ballet.
Las voces de apoyo al museo del vallenato no cesan de escucharse en el Cesar, es por eso que Alaba Luz Luque-Lommel Presidenta de la Fundación AVIVA, es contundente al afirmar: “estamos convencidos de que el sitio de la Zona de Carreteras es el ideal para el CCMV, porque el Centro de Valledupar necesita ser conservado, fortalecido, hacerlo competitivo, renovarlo con parques, zonas verdes, museos, teatros, para que así este espacio público pueda ser disfrutado por todos los ciudadanos”.
Asimismo, el museo tendrá su propio hall de la fama, donde estarán las dinastías del folclor vallenato como Zuleta, López, Romero, Bolaño, Durán, Rada, Mendoza, Martínez, Ramos, Salas, Britto, Maestre, Granados, Díaz, Gutiérrez, Pitre, entre otros. El espacio será interactivo, con tecnología de punta e información pertinente en aspectos de grabaciones musicales para sonido ambiente con las letras de las mejores canciones vallenatas de todos los tiempos en paredes.
Por supuesto estarán todos los reyes vallenatos desde el viejo Alejo Durán, quien fue el primero en obtener esta distinción en el año 68; Fernando Rangel Molina, rey en el 2012 y se reservará un espacio para los futuros soberanos.
Finalmente, cabe destacar que el contexto urbano del proyecto contempla a Valledupar como “la ciudad bosque de Colombia”, mundialmente conocida como la cuna del vallenato, apetecida por turistas nacionales e internacionales, para el turismo deportivo, cultural, religioso, de ferias ganaderas y múltiples eventos, pues en últimos cuatro años han transitado más de 50 mil turistas. Con esta amplia perspectiva de desarrollo turístico, cultural y económico que implica la creación del museo del vallenato, les resta aún camino por recorrer a los cesarenses y sus mandatarios para lograr un mayor apoyo al interior del gobierno nacional.
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