El amor en los tiempos del twitter
Recuerdo que cuando estaba en la universidad una de mis compañeras aseguraba con orgullo que podía conocer a un hombre con solo saber su signo zodiacal porque había dormido con todos los signos astrológicos. Además se sabía de memoria el libro de Linda Goodman “los signos del zodiaco’, por eso mis amigas y yo no dudábamos en preguntarle si el signo del hombre en cuestión era compatible o no con el nuestro y hasta nos calculaba su ascendente astrológico, el cual según ella era lo más importante, pues definía la personalidad.
Como no encajo en esta nueva era, no me queda otro remedio que reírme de mi misma, de mis citas, aprender de mis errores e invitar a la gente soltera a retornar a los modelos simples de la vida, a tratar de ser felices primero espiritualmente para poder sortear las buenas y las malas experiencias con madurez, sin perder el control, ni el autoestima. Obviamente si estamos en un país como Canadá necesitamos mucha fuerza espiritual para aprender a leer códigos sociales, costumbres, tradiciones diferentes, un proceso que puede ser muy enriquecedor, si se vive con prudencia.
Por ejemplo en una ocasión invité a * Francis un abogado a tomar un café y sin preguntarme nada, con el mayor descaro del mundo empezó a sumar y restar las horas que tenía disponible a la semana para que yo me convirtiera en su amante. Valentino le quedó en pañales ante su éxito con las mujeres, después empezó a calcular su tiempo restándole horas al trabajo, a su esposa, hijos, amigos, el tráfico, etc. Casi no pude aguantar la risa cuando iba por 15 horas al mes, pero con mucha seriedad empecé a pedirle más y más tiempo hasta que el pobre hombre desistió porque me volví insaciable… Finalmente se asustó, pagó la cuenta y se esfumó.
El efecto Copperfield
Así tengo muchas anécdotas curiosas, pero es más interesante compartir con otras personas sus experiencias. Para mí el auge de los sitios de internet para socializar es un factor que incide negativamente en la búsqueda de la pareja ideal, pues los hombres no se esmeran en “descubrir” o conquistar a una mujer porque tienen una larga lista de mujeres para contactar. Además ante cualquier barrera o dificultad simplemente se vuelven árbitros de futbol sacan una tarjeta roja y anuncian felizmente: “Next” . Este comportamiento es muy típico también para aquellas mujeres asiduas al ciberespacio que creen ciegamente en la ley del menor esfuerzo.
Otra cosa piensa mi amigo Eduardo del asunto, él dice que las latinas nos encanta que nos persigan, nos cortejen, nos inviten, nos conquisten y estamos en el lugar equivocado, porque en Montreal esa estrategia es nula, las mujeres son quienes asumen ese papel aquí. Cierto o no, latinas o no, muchas mujeres coinciden que encontrar la pareja correcta es cada día más complicado. *Jasmine, soltera de 35 años, una mujer muy atractiva, profesional, de origen marroquí, vive en Montreal desde hace más de diez años y me dijo sarcásticamente que está cansada de conocer a los David Copperfield de Montreal.
Hace más de tres años no tiene una relación estable, varios hombres que ha conocido, profesionales, atractivos, amables, han mostrado mucho interés, la llaman, comparten su vida por un rato y desaparecen sin dejar rastro, sin ningún motivo, ninguna explicación. Su última relación duró cuatro meses y un día cualquiera su novio le dijo fríamente que lo sentía pero que en todo ese tiempo no había desarrollado ningún sentimiento hacia ella. Todo este comportamiento atípico, sumado a un extraño desinterés sexual de su pareja, la dejó en una profunda depresión por un mes.
En otros casos, el internet se ha vuelto cómplice de amoríos e infidelidades. *Martha conoció a su esposo por internet y luego de varios años de matrimonio, un día descubrió que su conyugue tenía una adicción por mantener perfiles en redes sociales que no corresponden a su verdadero estado civil y seguía teniendo citas a ciegas. Para otras personas el internet ha resultado beneficioso en el momento de desenmascarar a sus parejas, pues gracias a que todo lo que hacemos “on line” deja una huella, las pruebas que *María Victoria encontró en el computador fueron contundentes para exigirle el divorcio a su marido.
Para *Albeiro un hombre de mediana edad, divorciado, soltero consagrado y de origen latino, Montreal es una ciudad compleja porque según él existen estudios que afirman que cada dos de seis personas en esta ciudad tiene asistencia sicológica de algún tipo, las depresiones son más frecuentes de lo que pensamos. Prácticamente el obstáculo número uno para encontrar una pareja estable en esta ciudad no es el ciberespacio, es la psiquis humana. Albeiro asegura: “Es una guerra mental que sostienen muchos hombres para estar felices, estables, satisfechos con ellos mismos, por eso hay personas que a pesar de tener todo para ser felices, se aíslan, se encierran en sus propias aflicciones. Tal vez por eso abandonan las relaciones sin dar explicaciones y las razones para esos trastornos pueden ser diversas desde enfermedades sicológicas, disfunciones sexuales, hasta problemas en su entorno familiar”.
Superando la infidelidad
Bueno pero si en Quebec llueve, en otras provincias de Canadá no escampa. Así me dijo *Carlos, un padre soltero que vive en Toronto. Él ha sabido beneficiarse del internet de una manera diferente, pues fue víctima de un engaño por parte de su ex esposa y ha sabido canalizar todo ese dolor, frustración e impotencia a través de su propia página web www.superelainfidelidad.com Desde allí ha compartido su historia que está escribiendo en un libro titulado “Tres en la cama” . Carlos afirma: “ Es increíble la cantidad de gente que me contacta, me pide consejos, o simplemente me revela que han tenido vivencias parecidas a las mías. Para él, su página internet ha sido la mejor terapia de su vida, ha hecho nuevos amigos alrededor del mundo, quienes al igual que él crearon un mecanismo de escape para ventilar sus problemas. Hace poco descubrió por azar un sitio web que le ha gustado mucho, se llama Mi novia manual de instrucciones, del argentino Fabio Fusaro, que está inspirado en un libro del mismo nombre, es un manual que ayuda a los hombres a cómo no perder a una novia, como recuperar a una ex-novia, o como olvidarla y volver a sentirse bien.
Volviendo a Montreal, las historias son interminables pero las más preocupantes para mí son aquellas personas solteras que han perdido toda esperanza de realizar su vida en pareja. Hombres y mujeres que se hastiaron de intentar, se dieron por vencidos, no les interesa conocer a nadie más, ni salir, ni arriesgarse. Es muy probable que con semejante actitud ellos mismos se hayan negado el derecho de ser felices ahuyentando a personas que valen la pena.
El caso de *Geneviève me impresionó mucho, ella es una quebequense de origen ítalo- judío, que a sus 45 años, luego de muchos desengaños amorosos, optó por dejar de anhelar una pareja, entonces invirtió todos sus ahorros en adoptar una bebe en Asia, una adopción que se dio después de un proceso largo y tedioso. Conversé con ella por varias horas y créanme que a pesar que su hija le ha llenado un vacío, no sabría decir si es realmente feliz, a ratos su nuevo rol de madre soltera no es suficiente para ocultar sus decepciones amorosas, su aislamiento forzoso, su tristeza.
* fotos:
Lupe Argüello
lucila_arguello@hotmail.com
www.fototakeit.com
* Nombres ficticios para proteger identidad de las fuentes.
La Promesa, mi más reciente libro
¡Bienvenidos a todos los amantes de la literatura y a los nuevos lectores que est&aa…