Política, intolerancia y algo más
@NataliaGnecco
“En la mesa no se discute ni de política ni de religión”. Con esta frase me libré de Alex, cuando se le ocurrió preguntar por quién votaríamos, en plena celebración del triunfo de Colombia frente a Grecia. La respuesta logró un efecto tranquilizador, todos se relajaron y la única espuma que vimos elevarse fue la de la cerveza, pero a menos de 24 horas otro era el panorama, ante la derrota de Zuluaga y la victoria de Santos: vecinos, amigos, colegas, simpatizantes y detractores se agarraban por los pelos… virtualmente.
Si bien la comunicación digital ha desatado nuevos patrones de interacción, vale la pena hacer un llamado al respeto, la cordialidad, tolerancia y buenas maneras que va más allá de la Netiqueta, pues el buen comportamiento debe mantenerse tanto dentro como fuera de la red. Lamentablemente, la sátira política ha degenerado en agresividad, vulgaridad, ofensas, amenazas y como en una ocasión trinó el colega Juan Carlos Pastrana, “la campaña acabó con el sentido del humor”. Cada vez que leemos los análisis políticos de la jornada electoral o ingresamos al facebook o al twitter nos sumergimos en un campo de batalla: Insultos van, insultos vienen.
Y no exagero, ataques por twitter, a quienes siguen defendiendo la causa uribista, a pesar de la derrota; burlas a quienes publican en su “timeline” fotos de la familia Santos. La pregunta es ¿cómo navegar entre Santistas y Zuluaguistas, aplacar los ánimos y no echarle más sal a la herida?
Con tantos dardos de un lado y del otro del mundo virtual, vino a mi mente la imagen de los diputados del partido nacionalista ucraniano (Svoboda) cuando se agarraron a golpes con legisladores comunistas en el hemiciclo de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, que obligó a decretar un receso urgente en la sesión plenaria. Tal como vamos, estamos ad portas de ese tipo de enfrentamientos, mientras los medios de comunicaciones se hacen los sordos, ¿Por qué alimentar entonces la polarización y no abogar por el respeto por las opiniones o convicciones políticas de los demás? Parece que la dialéctica la hubieran borrado del mapa, cuando es tan sano debatir ideas sin humillar ni ofender.
Noticias, caricaturas, videos, mensajes, fotos ridiculizando tanto al candidato de la Unidad Nacional como al del Centro Democrático desfilaron por todas las redes sociales de Colombia y del mundo, algunos jocosos, otros más subidos de tono y unos sencillamente intolerables que había que eliminarlos al instante. Llegaron los escándalos, los debates, se agudizó el clima político, se alteraron los ánimos, se conoció el resultado y lejos de bajar la marea, es triste ver que el ambiente sigue revuelto, reina el irrespeto en los comentarios, trinos, fotos, foros, de parte los seguidores de ambas corrientes.
Deberíamos tomar de ejemplo la actitud del Papa Francisco quien convocó en el Muro de los Lamentos al rabino judío Abraham Skorka y al líder religioso musulmán Ombar Abboud para rezar todos juntos, un gesto de mucha grandeza espiritual, difícil de imitar, pero no imposible. No esperemos que sean los candidatos quienes bajen primero los guantes de boxeo, que nos llamen a la reconciliación, los electores debemos demostrar también gallardía, acabar con tantos ataques verbales, velar por el respeto mutuo.
Cuentan que quienes van a rezar al muro de lamentaciones en Jerusalén dejan entre los “huequitos” de las enormes piedras del muro unos papelitos con pedidos u oraciones, el Papa Francisco dejó un “rollito” con la letra del Padre Nuestro escrito en castellano, yo les dejo este humilde blog.
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