COQUE, una mirada introspectiva
“Llevo treinta años fotografiando ladrillos y carbón “. Con estas palabras el fotógrafo Ferrando Cruz me dio la bienvenida a la inauguración de su nueva exposición Coque (2006-2013) en la Galería Sexante de Bogotá, la cual nos hace un interesante recorrido por los hornos de producción del coque metalúrgico situados entre Cundinamarca y Boyacá.
Su lente penetra ágilmente en los hornos cerrados donde las sustancias volátiles son expulsadas y el carbono fijo junto con las cenizas residuales se funde en un proceso llamado destilación destructiva o coquización, mientras que su lado artístico nos presenta el imponente paisaje cundiboyacense que nos invita a despojarnos de los afanes cotidianos para recrear en la mente los efectos nocivos que puede causar la explotación de este mineral tanto en el medio ambiente como en la población.
Fernando Cruz es un fotógrafo con formación de base en artes escénicas, desde 1985 comenzó a explorar la fotografía a través de la búsqueda de espacios y lugares de Bogotá que le inspiraron a imponer su propio sello en el mundo de las artes plásticas. Su trabajo fotográfico ha sido distinguido en varias oportunidades, con menciones de honor como la que le otorgó el Museo de Arte Moderno La Tertulia en Cali en 1990, o la Mención Premio Nacional a nuevas prácticas en Artes Visuales, que le dio el Ministerio de Cultura en el 2055.
Sus fotografías ha estado presentes en varios escenarios nacionales e internacionales gracias a sus exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Zulia, Venezuela (2000); The Tye Arts Center en Nueva York (2002); en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Bajo los Puentes- 2004); en la Galería Valenzuela y Klenner Arte Contemporáneo (2005-2006) y en XI Salón Regional de Artistas Tunja-Bogotá (2005-2006).
En este nuevo capítulo de su creación fotográfica, “Coque” (2006-2013) Cruz abre un espacio de reflexión que nos invita a descubrir los usos de este mineral desde la época hispánica y nos sitúa en el contexto actual con la exportación del carbón metalúrgico colombiano con destino a China. Departamentos como Cundinamarca, Boyacá y Santander abastecen actualmente de esta materia prima a las multinacionales, eso sin mencionar los títulos mineros de estas fases de exploración y más allá de esta realidad, sin necesidad de acudir al obturador de su cámara Fernando nos incita de manera introspectiva a evocar las imágenes de los rostros que trabajan día a día el Coque.
A pesar de tener un amplio registro fotográfico de quienes manipulan este mineral a temperaturas que llegan a los mil grados centígrados, Cruz prefiere dejarlas por fuera de su exhibición e incluso regalar las fotos a sus protagonistas, pues es enemigo de la porno miseria, eso se lo deja a otros colegas extranjeros que aprovechan sin recato el dolor y el sufrimiento ajeno para vender sus imágenes. Mientras terminábamos de recorrer su exhibición, Fernando Cruz tuvo unos minutos libres para responder algunas preguntas.
¿Por qué le llamó COQUE a su exhibición?
Luego de pensar bastante sobre el titulo me di cuenta que los nombres alegóricos podían desviar a las personas de la idea del trabajo, así que decidimos que el mejor nombre es el del producto de los hornos: el COQUE
¿Cuál es el mensaje que desea llevar al público?
La exposición tiene varias facetas comenzando por lo extenuante que es este trabajo, pues son largas jornadas trabajando con temperaturas de 800 grados o más; después la belleza del campo que se puede apreciar entre Cundinamarca y Boyacá, por la mezcla de la naturaleza y las explotaciones mineras a cielo abierto. Asimismo, la riqueza que produce la explotación de este mineral, su contraste con la pobreza de los habitantes y trabajadores de esta zona. Como puedes ver, son muchas las posibles formas de ver esta exposición
¿Qué tanto tiempo compartió con los miembros de esta comunidad?
No he podido permanecer en la zona más de unas horas para establecer una relación con los habitantes, he ido varias veces durante siete años con el deseo de quedarme durante varios días seguidos pero no he podido hacerlo, quiero permanecer al menos diez días continuos y hacer retratos de los trabajadores, pero aún no sé cuando lo pueda hacer, considero que para establecer una relación con los habitantes uno debe convivir un tiempo con ellos para que sea real y no superficial.
¿Tiene alguna anécdota que recuerde de sus viajes a esta región del país?
En uno de los viajes llegué a un pueblo donde encontré una gran fábrica de textiles abandonada, este sitio debió vivir una época muy próspera pero ahora la fábrica está cerrada y abandonada. Me gustaría conocer la historia del lugar.
¿Qué técnica utilizó en las fotografías?
La técnica no tiene nada especial, dedico mucho tiempo a ver los sitios y una vez que decido cuál es el lugar me quedo allí un día completo, establezco una relación con los trabajadores, pido permiso para tomar las fotos, casi siempre hay desconfianza, tienen miedo, aunque muestro los catálogos de mis obras. Una vez superada esta parte estudio los encuadres con mucho cuidado, siempre voy acompañado de uno de mis hijos, pues ellos tienen la paciencia de ser mis asistentes
¿Cuál es la mayor dificultad que afronta un fotógrafo que ama los proyectos urbanos como usted?
Por un lado la financiación de los proyectos, usualmente le dedico varios años a cada uno; por otro lado la dificultad de establecer una relación larga con los habitantes de estos lugares pues sólo puedo ir un día y esperar a poder regresar para continuar, esto hace que no pueda establecer relaciones con los habitantes, cuando regreso ya no están las personas que había conocido.
¿Cuál es su próximo proyecto?
Mis proyectos están unidos temáticamente, ahora estoy trabajando sobre una zona de La Calera, el páramo donde se acumula el agua de la ciudad y se produce el aire de Bogotá. Tengo una serie de videos y fotos que forman parte de un trabajo llamado “jardín interior”, tienen que ver con mi infancia en el campo y con la ciudad de mi niñez y adolescencia, donde había jardín, antejardín y patio con frutales.
Finalmente, ¿Cuáles son los retos de la fotografía en Colombia?
La fotografía es un campo muy amplio y cada uno tiene sus propias características, yo sólo me dedicó a la parte que me interesa para mis proyectos. Creo que las nuevas cámaras y herramienta s digitales son muy buenas, pero hay una inmediatez en los resultados que llevan a unas imágenes superficiales, es necesario pensar las fotos, aprender a ver, gozar la luz, ser conscientes de las fotos que hacemos y para qué las hacemos.
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