Creo que antes de existir el bungee jumping y otros deportes extremos ya Acapulco era famoso por sus clavadistas, dicen que nadie puede venir a estas hermosas playas del pacifico sin ver a estos jóvenes, mejor dicho es un pecado mortal no hacer el tour. Por eso la curiosidad aumenta en los cerros de la Quebrada, desde donde los clavadistas saltan al mar a una una altura de 35 mts. El espectáculo incluye un ritual dedicado a la virgen de Guadalupe, pues antes de lanzarse los jóvenes piden la protección de la patrona de México. Vale sentir el vértigo de verlos trepar por las rocas hasta llegar al punto más alto y lanzarse, justo cuando el oleaje y el viento estén a su favor.
Conversar con los clavadistas no resultó complicado, ellos me contaron que la rutina diaria de ejercicios era fuerte, que existe un campeonato de clavadistas que se realiza en Acapulco en el mes de noviembre, que la mayoría de clavadistas son oriundos de Acapulco y tienen alrededor de 25 años, aunque hay algunos mayores de 40 e incluso una joven adolescente que quiere romper la tradición masculina de los clavadistas. También me enteré que un paisano colombiano llamado Orlando Duque, es el mejor clavadista del mundo. Duque ha venido en varias oportunidades a competir en México, su estilo es impecable, por eso ellos lo admiran, el audaz colombiano es es nadador, clavadista y campeón mundial en saltos de altura y plataforma.
